Junio 3, 2010
¡Bueno! Esto que vimos en pases vertiginosos chequeando si la cadena había terminado, ese rostro diabólico y enloquecido bufoneando, cantando, boxeando, amenazando, haciéndose el gracioso pero con la pisicótica intención de encender el odio que es ya el desborde, el desequilibrio absoluto, tiene que obligar a los líderes opositores a “pararle” al estado mental de Hugo Chávez. Si lo hicieran, si establecieran una asesoría psiquiátrica, podrían ser más contundentes y precisos en sus estrategias y decisiones.
Esto es demencialmente peligroso. NO podemos seguir viendo estas locuras y reaccionar asombrados que este hombre, obsesivo, enfermo, continúe enardeciendo el ánimo popular, envenenando almas, destruyendo el espíritu de un pueblo bondadoso. Esto dejó hace mucho tiempo de ser una lucha ideológica. Esto es mucho más desgarrador y canallesco. Es una lucha de principios, de valores, Chávez como se ve perdido, recurre a lo perverso sin importarle costos.
Su constante incitación al odio, a la venganza, que era el objetivo central de la cadena, es no sólo un delito. Es una irresponsable revancha personal que contamina, que pone de rodillas a los ignorantes que viven de la limosna oficial. Estos meses, estos días que quedan hasta el 26 de septiembre serán terribles. Lo que quede por expropiar será expropiado, las hordas provocarán a la ciudadanía, los discursos, amenazas e insultos se prodigaran incesante y vorazmente.
Con ese ingrediente malsano que es la mente de una personalidad de graves desórdenes. Yo no soy una autoridad para definirlos, pero cincuenta años como periodista, informada responsablemente, me permite tener una opinión sobre esto que hoy vivimos. Y porque sobran análisis y documentos sobre el asunto. Hoy, en este momento, es una exigencia tomar en cuenta en las líneas que se trazan de lucha y resistencia, los desatinos sicopáticos de Hugo Chávez. NO puede ignorarse porque es de esa mente que salen las reacciones y acciones que venimos sufriendo.
Cuando uno lo ve cantando y ve a las recién graduadas (¿de qué?) llevando el ritmo con los brazos, uno se espanta porque este hombre no tiene derecho a contaminar así a la juventud, convertirlos en zoombies prisioneros de un hechizo enfermizo. Chávez insulta a la Polar, acusa a sus directivos de encarcelar a sus trabajadores en números. ¿Y el rojo rojito? ¿Y las franelas? Chávez es el dueño de tierras, cuerpos y almas. Pero cuando se pudren alimentos, se encuentran dólares en un maletín, se caen puentes, sus funcionarios roban o se van con la “cabulla en la pata”, él no sabe nada.
“Se hace el loco”. Venezuela registrçó un descenso en su economía de 5,8% mientras Grecia, afectada terriblemente por la crisis, sufrió un descenso de 2,3%. Ya no se puede ocultar. Venezuela se cae a pedazos.
Por fuera y por dentro. Y no parará. Hasta que nosotros no lo paremos.
http://www.noticierodigital.com/2010/06/venezuela-se-cae-a-pedazos/
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