Es oportuno el momento para ratificar nuestra decisión estratégica y de principios, de mantener la línea democrática y constitucional como orientación central en la construcción del cambio político jugando a la estabilidad democrática, exigiendo con la mayor firmeza el respeto a la Constitución, y denunciando la traición a los compromisos con el pueblo venezolano por parte del proyecto que está en el Gobierno.
Con la autoridad moral que nos da nuestra actitud responsable en esta coyuntura difícil, le exigimos al Gobierno nacional jugar limpio y que garantice la igualdad en el ejercicio de nuestros derechos políticos y el respeto a la pluralidad ideológica. La vía para ello debe ser la amnistía a favor de los presos, perseguidos y exiliados políticos que en el caso venezolano tendría el significado del reconocimiento al adversario político y la no criminalización de la disidencia, propia de nuestro modelo de Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia. La amnistía a los adversarios políticos constituye un gesto de gallardía y de inmenso valor para la democracia, así como la aplicación por parte del Poder Público del pluralismo político, que es un mandato constitucional, es una demostración de respeto a la libre expresión del pensamiento, a la libertad de conciencia y al libre desenvolvimiento y desarrollo de la personalidad, como valores fundamentales de nuestra Carta Constitucional.
En su oportunidad, el actual Presidente de la República fue beneficiario de una decisión que tenía esos objetivos junto con el de la reconciliación nacional, como debe ser entre quienes somos hijos de Venezuela, quienes cohabitamos bajo una misma bandera, y que tenemos la necesidad de reconocernos dentro de nuestras diferencias, para hacer posible salidas civilizadas a los graves problemas que afectan a nuestra patria, es decir, a nuestro pueblo; en resumen, se trata de que la relación entre quienes luchamos democráticamente en Venezuela esté precedida por el respeto a los derechos humanos.
Esperamos que la situación personal que sufre el Presidente de la República lo sensibilice a favor de los derechos humanos de los demás, y que haga buen uso de la lección que recibió cuando fue favorecido por una medida que tenía como objeto principal la paz entre los venezolanos.
Por OMAR BARBOZA GUTIÉRREZ
Fuente: Sinmordaza.org
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