El hecho ocurrió en el año 2003, en la prisión de El Porvenir, ubicada en las proximidades del puerto de La Ceiba, 450 km al norte de la capital.
Según consideró el fallo, los reos, en su mayoría miembros de pandillas juveniles, se amotinaron provocando un incendio. Pero los policías dispararon sus armas contra ellos y dejaron que otros murieran quemados pudiendo salvarlos.
Entre los muertos en ese episodio, 62 eran internos del penal, mientras que los restantes seis eran personas que visitaban el lugar.
La Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó una sentencia del tribunal que se había encargado del caso.
El fallo precisó que cada uno de los imputados "se condena por la comisión de 37 delitos como coactores de homicidio consumado mediante incendio y por 19 delitos por tentativa de homicidios a la pena de 555 años y 190 por tentativa de homicidio".
Fuente: Infobae.com
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