BRASILIA — El ex presidente Itamar Franco, el hombre que asumió el mando de Brasil en un momento de turbulencia política e inflación descontrolada en 1992, murió el sábado víctima de un acidente vascular cerebral. Tenía 81 años.
Franco, electo senador en los comicios de octubre de 2010 como opositor a la presidenta Dilma Rousseff, tuvo una vida de intensa actividad pública, tanto dentro de su estado natal de Minas Gerais como a nivel federal.
Reconocido como un gran orador y por su capacidad para generar polémicas, Franco comenzó a sufrir problemas de salud en los primeros meses de su último mandato como senador y fue internado en mayo cuando se le detectó una leucemia. En junio fue trasladado a una unidad de tratamiento intensivo por una neumonía grave.
Su momento de mayor relevancia política fue cuando asumió la presidencia del país más grande de América Latina en octubre de 1992 tras la renuncia del gobernante Fernando Collor en medio de un proceso de destitución por denuncias de corrupción.
Franco había sido electo vicepresidente en 1989 en los primeros comicios directos desde la llegada al poder del régimen militar que gobernó el país entre 1964 y 1985.
Fue un momento difícil para Brasil, con una economía en recesión, inflación acelerada y sus instituciones políticas desprestigiadas por los escándalos de corrupción que provocaron la salida de Collor.
Ante ello, Franco realizó una gestión abierta, buscó apoyo en la oposición de izquierda y lanzó el Plan Real, considerado el más exitoso programa de control inflacionario en Brasil que también puso en vigor la actual moneda, el real.
Con la estabilización económica como su principal logro, Franco dejó el poder en 1994 con elevados índices de aprobación y ayudó a elegir a su sucesor, el sociólogo Fernando Henrique Cardoso, quien como ministro de Hacienda fue el impulsor del Plan Real.
Bajo el gobierno de Franco el país realizó un histórico plebiscito sobre el tipo de gobierno que la población quería. Los brasileños optaron mayoritariamente por mantener el sistema republicano (66 sobre la monarquía (10%) y un régimen presidencialista (55%) sobre uno parlamentarista (25%).
Un momento de polémica y tensión en su gobierno se dio en febrero de 1994 cuando el entonces presidente Franco llegó al carnaval de Rio de Janeiro con la vedette Lilian Ramos, quien vestía una minifalda y, según reveló una foto publicada en la prensa, no llevaba ropa interior. El escándalo fue ampliamente explotado por la prensa y provocó algunas destituciones, pero Franco se mantuvo en el poder.
Nacido el 28 de junio de 1930 en un navío que viajaba entre los estados de Bahia y Rio de Janeiro, Franco creció en la ciudad de Juiz de Fora, estado de Minas Gerais, donde lanzaría su carrera política.
Formado en ingeniería electrónica, se inició en la vida pública con el Movimiento Democrático Brasileño, partido que aglutinó a los opositores a la dictadura militar, con el cual ganó su primera elección como alcalde de Juiz de Fora, en 1966, cargo al cual fue reelecto seis años más tarde.
Llegó al Congreso por primera vez en 1974 al ser electo senador, logrando la reelección en 1982 antes de acompañar a Collor como compañero de papeleta en las elecciones presidenciales de 1989.
Franco vivió una nueva etapa de controversia como gobernador de Minas Gerais, cargo al que fue electo en 1998, al decretar una moratoria de 90 días sobre el pago de la deuda de ese estado.
La decisión tuvo un severo impacto económico, al causar la caída de los títulos brasileños en el exterior y golpear la economía de otros países latinoamericanos, al tiempo que el real sufrió la mayor devaluación de su historia hasta ese momento, de 40%. El episodio estremeció sus relaciones con el entonces presidente Cardoso.
En su último paso por el Senado, electo por el opositor Partido Popular Socialista, Franco hizo gala de su habilidad oratoria y su estilo polémico para convertirse en uno de los legisladores más críticos del gobierno de Rousseff.
Fuente: El Caribe.com
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