Del mes de enero hasta la fecha el Instituto de Medicina Tropical (IMT) ha recibido unos 740 chipos de los que, según la doctora Marlene Rodríguez, más de 95% son portadores del Mal de Chagas.
Con información de La Voz
Decenas de envases apiñados en dos cajas en la oficina de parasitología del Instituto de Medicina Tropical (IMT) son una muestra de la alta cantidad de chipos que los caraqueños han llevado a ese ente para analizar si portan o no el mal de chagas.
Medidas de prevención*No dejar encendidas las luces del balcón
*Colocar una red metálica en las ventanas
*Mantener la casa limpia
*En caso de ver que el chipo lo picó no se frote la herida, lávela con cloro y vaya al doctor“De 738 chipos analizados, después de hacer los análisis correspondientes hemos determinado que prácticamente todos dan positivo como portadores del parásito que produce el Mal de Chagas. Por ejemplo, de un grupo de 40 cerca de 35 son transmisores de la enfermedad”, dijo Rodríguez.
En ese sentido, la técnico parasitóloga del IMT, edificio ubicado en la Universidad Central de Venezuela (UCV), explicó que han recibido insectos de todas partes del Área Metropolitana de forma proporcional, pero que de las zonas del Este de la ciudad, sobre todo Petare, las personas han llevado a ese lugar una mayor cantidad de estos animales.
“Además del Este de Caracas, de La Pastora también han traído bastantes chipos. Lo que pasa es que en esas zonas hay mucha vegetación y la montaña está muy cerca. Hay que recordar que estos espacios son el hogar de estos insectos”, dijo Rodríguez. Asimismo, la doctora contó que en años anteriores recibían entre dos o tres chipos diarios y que difícilmente alguno estuviera infectado con los parásitos que causan el mal de chagas, pero que en las últimas semanas hubo un repunte de entrega de estos animales en el IMT: “Hubo días en los que recibí entre 40 y 60 chipos. Me senté desde las siete de la mañana hasta las siete de la noche sólo revisando si eran o no chipos los insectos que trajo la gente”, acotó.
Llamado a la calma
Del mismo modo, Rodríguez hizo un llamado a la calma de la ciudadanía, pues con las recientes noticias que se han difundido relacionadas al tema “las personas andan muy nerviosas. Tienen que tranquilizarse. Lo que hay es que tener precaución y tomar las medidas necesarias”. Es importante recordar que el chipo no infecta a la persona con la picada como tal, ya que los parásitos se encuentran es en las heces del animal. Sin embargo, cuando el insecto penetra la piel del ser humano para alimentarse de sangre va defecando en el proceso.
Ese excremento ingresa en la vía sanguínea sólo después que el afectado se rasca o se frota la herida. No obstante, la parasitóloga dijo que en la ciudad “es poco común” la infección por picadas, ya que el chipo es un pésimo vector del virus, pues es lento y se ahuyenta muy fácilmente cuando recibe movimientos bruscos: “La forma más común de contagio del mal de chagas en las zonas urbanas es por vía oral, es decir, cuando el ser humano se alimenta con algo que fue defecado por el insecto”, expresó. “Esos animales son muy sensibles al tacto.
Apenas los tocas comienzan a defecar si han comido. Por eso no deben dejar los platos sucios en el fregadero ni tener espacios desordenados en las viviendas donde el animal pueda pararse a descansar. Deben estar pendientes de todo insecto que esté en la casa y colocar rejillas metálicas. Lo más importante es la prevención”, sostuvo Rodríguez.
Agárrelo con cuidado
La especialista destacó que si ve a un chipo tiene que agarrarlo con mucho cuidado. Sin tocarlo directamente con sus manos debe tratar de meterlo en un envase para luego sellarlo y llevarlo al IMT. Por otro lado explicó que hay tres tipos de estos insectos: el Panstrongys Gerieulatus, el Triatoma Maculata y el Rhodnius.
El primero es el que más se ha encontrado en Caracas, el segundo es raro, pero los han visto en La Guaira, y el tercero también es raro, pero lo han visto en la vía hacia Santa Teresa. “Los chipos son estrictamente del monte, pero debido a los incendios, al cambio de clima y a la invasión humana de los espacios verdes, han migrado hasta la ciudad. Sencillamente ellos van volando hacia las luces de los edificios y de las casas y se encuentran con el ser humano”, dijo Rodríguez.
Con información de La Voz
Por: Luis José Rivero D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario